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martes, 27 de noviembre de 2012

Carta a Domenicali

Estimado Stefano,

Permítame que le escriba esta carta. Llevo sin dormir toda la noche y no por falta de ganas, si no porque desde ayer en toda la prensa deportiva no se habla de otra cosa. Cualquier intento de coger el sueño ha sido infructuoso, a mi mente solo acudían banderas amarillas y luces parpadeantes sobre el volante de un Fórmula Uno. Lo que le cuento, me siento estafada.



Y le explico porqué. Recuerda usted esta temporada ¿verdad? Yo también. Todos sabemos que ha sido la mejor de Fernando Alonso. En los medios no se ha hecho más que alabar el tesón, el sacrificio, la constancia del mejor piloto que mi país ha dado a la historia y que a ustedes, por cierto, les hemos prestado. ¿Y todo para qué? Pues para que el mensaje final sea, que el tramposo, pase lo que pase, es el que gana. Bonito mensaje para las nuevas generaciones. Como la vida, en la Fórmula Uno la honradez no prevalece, si eso la pasta, la imagen y los super yates de Mónaco.

Pues que quiere que le diga Señor Don Domenicali, la Fórmula Uno es la FIA. Y la FIA - me imagino yo a esa organización como a un señor gordo con chistera, y a estas alturas en bermudas,que se toma un pelotazo mientras cuenta billetazos de 500 euros- con sus tejes y manejes se olvida de una cosa. Ya ni siquiera me refiero a un mensaje didáctico de buenos principios; paz y amor a los hombres de buena voluntad, si no a  que el consumidor de su bonito producto final soy yo. Yo, y el que como yo, se levanta a las seis a ver una previa en Japón. Y vale, no le compraré un Ferarri, pero sí me puedo abrir una cuenta en el Santander, beberme un Red Bull y colaborar para que las televisiones de este país se estén dando de tortas en comprar su  gran obra: Una competición adulterada que emitir.

Así que nos lo deben; a todos los españoles, a todos los ferraristas, a los que somos expertos en neumáticos y reglajes de lluvia. A los que compran el MARCA, a los que nos desesperamos viendo a Hamilton salirse de pista, en un pantalla diminuta, mientras Antena 3 nos funde a publicidad. Y por supuesto se lo deben a Fernando Alonso.

Reclamen este mundial, lo pudieron hacer durante la carrera, todos vimos la infracción de Vettel. Es más si usted quiere, le paso un pantallazo de la conversación por whatsApp con mi amigo Juanes, que prueba que si yo lo vi (vale, fue con ayuda de Nira Juanco...), un ingeniero italiano bien podía haber caído en la cuenta.. Lo que haga falta, Don Stefano, pero RECLAME ESTE MUNDIAL. O me veré obligada a liársela a Montezemolo. Y por supuesto jamás me compraré un Ferrari. Avisado queda.