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domingo, 20 de enero de 2013

ARGO: cualquier parecido con la realidad no es pura coincidencia

Pues a esto me dédico yo, en vez de a estudiar. No podía ponerme hoy con el Prerrománico. Tiene una la cabeza para Rescenvintos y leches después de otra noche sin dormir cortesía de los indeseables de arriba, que también me fastidían la siesta con su no menos indeseable crío hiperactivo y sobre todo maleducado. En fin, que me enciendo.

Pues eso, que  después de otro fin de semana de salírseme  el corazón por la boca de la impotencia, me he quitado los tapones de mis oiditos y he enchufado los cascos a la tele (as usual) y me he dicho: "Venga una peli que me entretenga" y me he puesto "Argo" a todo volúmen. Y sí, el corazón se me ha salido por la boca...


Argo es una producción de Ben Affleck y George Clooney. Y claro estos chicos nunca hacen nada mal. 

Basada en hechos reales, se trata de una trama sencilla que sin detenerse en discursos políticos, hace meterse al espectador de lleno en el intríngulis. Particularmente me ha transportado a esos sábados de mi infancia en casa viendo "Vacaciones en el mar" antes de "Informe semanal". Cuando  hablaban en el telediario de esos señores con turbante que quemaban banderas y parecían, a mis ingenuos ojos, el mal personificado.

Argo está muy bien ambientada, y supongo que también documentada, al menos tal y como muestran en los títulos de crédito el parecido de los áctores con los caractéres reales es más que notable.

En definitiva, Argo me ha divertido con su reflejo del mundo hollywoodense, me ha emocionado en su desenlace hasta el punto de hacerme sentir más americana que nadie y me ha hecho revolverme en el sofá con desasoiego. Ya nunca podré pasar un control de pasaportes de la misma manera. Lo sé.  

Aquí les dejo algunas imágenes que he recopilado en Internet de los hechos reales y de los verdaderos protagonistas.  Ahora veánla y comprobarán el gran parecido. Lo dicho:

"Si tú me dices Ben, yo digo Affleck"








viernes, 18 de enero de 2013

Séptima temporada de Dexter: Ok, done.

La vida carece de sentido para mí. Homeland y Dexter ya están finiquitados por esta temporada. Así que me tocará ponerme con la segunda de The Killing. Y God knows ¡qué pereza que me da!

 La pelirroja esta es una siesa y sí, vale que es inteligente y se le ocurren pistas y cosas mientras masca chicles de nicotina, pero un argumento donde hay cero tensión sexual entre los protagonistas aburre y mucho. Tramas políticas, mamoneos, financiación de campañas electorales, crímenes que resolver... Oigan ¿esto no lo echan todos los días en el telediario?

No como Dexter. Dexter es otra cosa. Dexter te hace sentir. A mí me recuerda que en alguna parte de mi interior se oculta mi pasajero oscuro, que cualquier día se planta en el Leroy Merlín para comprar su sierra eléctrica, sus cuchillos de cocina y sus rollos de plástico en cantidades industriales, para empapelar paredes. O sea lo que viene siendo el Kit del oscuro pasajero que todos deberíamos tener...

 Tanta gente susceptible de cargarte sin el más mínimo rencor por ahí fuera... Hasta que una cae en el detalle de que Dexter no es más que ficción, y que si a Urdangarín en la vida real no lo pillan, a mí me enchironarían nada más salir de casa con el uniforme caqui de descuartizar cadáveres, y eso sólo con verme con el estuche de cuchillos Arco.



Dexter tiene más que un punto, porque una no deja de pensar que los dos protas se acaban de divorciar, y que debe ser chunguísimo verse todos los días,<WARNING: SPOILER> hacer como si nada y que a tu personaje le toque confesar su amor al de tu ex marido. Luego un "jejejejeje" y  a por la  siguiente escena. Yo veo a Debra cada vez más mal hablada y ni un ápice de sobreactuación... No me digan ustedes que no es una faena, que en el guión a tu ex lo líen con un pibón, y que sin embargo tu escena más acompañada en toda la temporada sea cuidando de tus supuestos sobrinos... Para pedir el finiquito e irse profiriendo en hebreo...

Así que pese a las subtramas innecesarias y cargantes, esta temporada de Dexter, que no les destripo más (Ayyyyyyy...LAGUERTA!), me ha gustado. Por supuesto no está a la altura de las primeras, pero se deja ver. Y digo yo, ¿qué tendrá Dexter, que pese a todo, una quiere que siga matando? 

Yo se lo digo. Michael C. Hall y el uniforme caqui de descuartizar cadáveres y tirarlos al mar. (Suspiro)



domingo, 6 de enero de 2013

La noche más oscura.

Después de haber engordado los cuatro kilos de media que suelen tocar por cabeza en estas fechas, e incluso algún par más de algún despistado. Después de haber despedido el último sábado del año con dignidad y después de haber disfrutado de una nochevieja en cama marcada por los estornudos y el pago de imprudencias llegó: "La noche más oscura".

Y es que es lo único que me apetecía hacer con este lamentable estado de salud era arrastrarme hasta el cine a ver una de buenos y malos, pero sin llegar a la dejadez de mi vecina de butaca. Aún (gracias Dior mio) no he entrado en la desidia de ir al cine en CHÁNDAL. Y eso que tengo uno precioso... Pero eso jamás, con la nariz roja puede, pero en chándal NUNCA. Y eso que la peli era propicia para acomodarse en la butaca a comer palomitas y disfrutar, pero sin necesidad de la bata manta o el atuendo deportivo...

"La noche más oscura" es la historia de la captura de Bin Laden. O sea el enemigo público número uno. No diré que me hayan convencido de que la historia real fuese esa, que una es muy amiga de las grandes conspiraciones, pero la peli tampoco lo pretende. De hecho sorprende que para ser un metraje de buenos buenísimos que tratan de atrapar a los malos malísimos se aleja bastante del fanático patriotismo que me esperaba. Es correcta y certera. Y sí lo es en la narración, bastante lógica, de como fue el proceso de captura, no dejando pasar por alto ciertos elementos casuales y chapuceros, no entiendo yo que los señores de la CIA se lleven las manos a la cabeza, argumentando que "lo de las torturas no fue así".

Creánme, nada que la prensa real no nos haya mostrado ya. Lo que menos se plantea uno visionando la película es que lo de las torturas no sea cierto. Particularmente me llama más la atención el sentimiento de venganza irracional que hace que se vulneren leyes internacionales; que un país "invada" a otro con helicópteros espías, que rapten un cadáver y que a estas alturas a toda la Comunidad Internacional nos parezca bien.

Pues qué quieren, me interesa la segunda parte de esta historia, en la que se acaba con el malo malísimo, y donde todo sigue igual... por lo menos mis frasquitos para el champú en mi equipaje de mano sigue siendo del mismo tamaño, y los amigos norteamericanos mandan más que nunca a sus niños con mochilas antibalas a clase.

Oigan, ¿seguro que el malo era este señor con barbas?